Hay una cosa que no he comentado en esta semana y creo que es bastante importante para no tener unas digestiones pesadas con la dieta vegetariana. Estamos muy acostumbrados a tomar un postre después de las comidas. De hecho, parece que si no tomamos postre, no hemos comido bien. Pues debo deciros que los postres dulces, incluída la fruta, es bastante incompatible con la ingesta de proteína vegetal, generando fermentación en el estómago y produciendo unas digestiones bastante pesadas. Entonces, ¿no puedo tomar postres? Pues no en el momento que estamos acostumbrados. Puedes reservarte los dulces o la fruta para la merienda, para media mañana, o para después de las comidas, pero dejando como una hora y media entre ellas. Os puedo asegurar que si seguís una dieta vegetariana equilibrada, vuestro cuerpo no necesitará un postre tal y como lo entendemos normalmente, ya que energéticamente estará en armonía.
Hoy os traigo uno de mis platos preferidos... el risotto. Me gusta en todas sus versiones, ya que el arroz me chifla... menos dulce como el arroz con leche. Al igual que la paella, el risotto aguanta las modificaciones en los ingredientes que queráis. Yo suelo hacerlo con lo que tenga a mano... o en la nevera... o en el huerto. Así que de la receta, podéis modificar las verduras a placer.
RISOTTO DE VERDURAS Y MÚRGULES
Verduras:
cebolla
pimiento
1 diente de ajo cortado fino
zanahoria
espárragos verdes
calabacín
setas (en este caso colmenillas o múrgules)
Hidratos de carbono:
arroz arboreo (a ser posible)
Proteína vegetal:
seitán cortado a tacos o tiras
mirin o vino blanco
caldo de verduras (caliente)
parmesano rallado
- Lavamos el arroz unas 3 veces y lo dejamos escurriendo.
- Salteamos el seitán y lo reservamos.
- Cortamos las verduras y las pasamos por la cazuela.
- Cuando estén cocidas, introducimos el seitán y el arroz, mezclamos bien y añadimos un chorro de mirin (o vino blanco). Dejamos que se evapore el alcohol.
- Agregamos caldo al arroz de forma gradual, y vamos añadiendo más a medida que el arroz lo vaya necesitando, siempre caliente para no detener la cocción.
- Cuando el arroz ya está cocido, añadimos el parmesano y mezclamos para que se funda de manera homogenea.
- Ya podemos servir.
Normalmente al risotto se le añade también mantequilla, justo antes del parmesano, pero como no me gusta demasiado cocinar con mantequilla, no le pongo, y os puedo asegurar que está delicioso igualmente.
Esta receta si que me gusta!! Porque son las 9 de la mañana que si no se me estaría haciendo la boca agua... Además, hace mucho que no como un buen rissoto
ResponderEliminarQué rico el risotto, por esta casa también nos gusta mucho! Nuestra receta no sé si se parece mucho o poco a la tuya porque la hace mi chico, le diré que la mire! Un besico.
ResponderEliminar¡Qué buena pinta! ¡Qué ganas de probar esta receta!
ResponderEliminarQuè bo!
ResponderEliminarmmm, quina setmaneta, deuen fer una oloreta els carrers del poble! I jo que m'ho perdo! Merci per les receptes, les apunto.
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